lunes, 18 de mayo de 2009

EL SURCO PRONUNCIADO DE TU ESPALDA

Dentro, que mis pliegues te quieren abrazar
en la oscuridad de la noche o a la luz del día
dentro; que mañana ya no estarás mas
y mi pasión quedara sola y vacía

Dentro sin que quedes fuera
que la furia de tu fuego le mantenga erguida
y la oscura sombra de la noche vuelva
con vaivenes de caderas agresivas

Esperado encuentro entre dos sudores
vas abriendo la rosa con tu fina daga
danzas colmado de ricos olores
Sumergiéndote al vino que marea y embriaga

Te miro de frente con ardor sublime
y mis manos cual ramas de un árbol febril
abrazan el surco pronunciado de tu espalda
y tu aliento agitado susurra que espere por ti.

Misterioso soldado de la guerra desnuda
no puedes más con esta batalla
disparas con desgarrante lujuria
sobre mi pecho y mi vientre también estalla

Los gritos y gemidos se han quedado en silencio
pues ahora muere tranquilo mi vientre
mas revivirá con tu regreso fortuito
y con el solo recuerdo de sus labios ardientes.

Relajados cuerpos tras agitado respiro
por correr a la cumbre del cálido clímax
cierran exhaustos las puertas prohibidas
y el sueño profundo los deja callados.

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